Un grifo que gotea puede parecer inofensivo… hasta que llevas varias noches escuchando ese maldito tic-tic-tic sin poder dormir. Además del estrés sonoro, ese goteo constante puede hacer que desperdicies más de 30 litros de agua al día. Y claro, eso también se refleja en la factura. Lo que empieza como una simple molestia se convierte en un problema real si no lo solucionan a tiempo. ¿La buena noticia? Que muchas veces puedes arreglarlo tú mismo sin necesidad de llamar a nadie. Solo necesitas unas herramientas básicas, un poco de paciencia y esta guía paso a paso.
¿Por qué gotea un grifo?
La mayoría de las veces, el culpable es el desgaste de alguna pieza interna. En los grifos monomando, por ejemplo, el cartucho cerámico suele ser el primer sospechoso. En los de dos mandos, suelen fallar las juntas de goma. Estos elementos se deterioran con el uso, la presión del agua e incluso por la acumulación de cal, especialmente si vives en una zona con agua dura. A veces, el problema también puede estar en una instalación mal hecha o en materiales de baja calidad que envejecen antes de tiempo.
Sea cual sea la causa, si detectas un goteo, no lo dejes pasar. Es como tener una fuga en el bolsillo: cuanto antes lo soluciones, mejor.
Lo que necesitas antes de ponerte manos a la obra
Antes de desmontar nada, prepara lo básico: una llave inglesa, un destornillador, cinta de teflón, la junta o cartucho que necesites y un trapo por si las cosas se ponen húmedas. Y lo más importante: cierra la llave de paso del agua. Parece obvio, sí, pero es el clásico paso que se olvida… y luego toca sacar la fregona. Una vez cerrado el paso, abre el grifo para vaciar cualquier resto de agua en las tuberías.
Paso a paso para arreglar el grifo
Empieza desmontando la maneta del grifo. Suele haber un tornillo oculto bajo una tapa que se quita con cuidado. Luego accede al mecanismo interno. Si ves una junta deformada o un cartucho desgastado, ahí tienes el problema. Sustituye la pieza por una nueva del mismo modelo. Aprovecha para limpiar bien la cal acumulada. Después, vuelve a montar todo con calma, abre el agua y comprueba si el goteo se ha ido. Si el grifo guarda silencio… enhorabuena, lo has conseguido.
¿Y si el grifo sigue goteando?
A veces, aunque cambies las piezas, el goteo persiste. Puede que haya un daño interno más complejo o que el grifo ya esté pidiendo jubilación. En esos casos, lo mejor es no complicarse. Fontaneros Express cuenta con técnicos profesionales que pueden revisar y arreglar el problema en tiempo récord, sin que tengas que pelearte con tu caja de herramientas ni llenar medio baño de agua.
Un grifo que gotea no solo es una molestia, también es una señal de que tu hogar necesita atención. A veces, estos pequeños detalles se pasan por alto, pero su impacto puede ser mayor de lo que imaginas. Se puede contar con profesionales que lo solucionen por ti. En Fontaneros Express, cada reparación se hace como si fuera en casa propia, con rapidez, eficacia y un trato cercano. Porque en los pequeños arreglos también está la diferencia.